martes, 14 de abril de 2015

Sin privilegios

En la ciénaga
el olvido desgrana
semillas muertas. 
Ya no suenan campanas
cuando el ángelus no admite plegarias.
Perdidos los privilegios...
la incomprensión, el vicio y la miseria destruyó el pedestal;
oxidado engranaje... el laberinto deglutió la ternura
mordiendo con avaricia las manos
de los huéspedes que habitaban el portal.
¡Profundo vacío domina el ruido
de la humanidad!

No hay comentarios:

Publicar un comentario