Habito en lo más profundo de mi alma,
silencios clandestinos tocan al ángelus
buscando un nuevo destino, claman;
tres toques de campana... son el aviso,
nueva vida consagrada te reclama.
Surcos florecen en las laderas...
luz y esperanza, sin orgullos ni rencores
crecen...hasta el sol alumbra las sombras.
Solo en Roma repican ayuno...
arrebato de peligro...Clamor a difunto.
Exaltación de la vida...es tu canto, Mercedes Dueñas.
ResponderEliminarSiempre querida Adela, El respeto a la vida, por encima de todo, con honor y responsabilidad.
EliminarUn abrazo.